Un estudio publicado por la Escuela de Medicina de la Unversidad John Hopkins en Maryland, al sureste de Estados Unidos revela que químico contenido dentro del brócoli podría ayudar mejorar los síntomas del autismo.
El consumo casi diario del químico conocido como sulforafano que se encuentra en el brócoli, coliflor y calabaza permite reducir algunos síntomas relacionados con el austismo y sus consecuencias en la vida social.
Dichas aseveraciones fueron realizadas gracias a una serie de experimentos organizados con un grupo de 40 individuos separados en dos mitades; a quienes se les dio de consumir el químico de forma natural mientras un segundo grupo utilizó placebos.
En este lapso de tiempo se observaron de cerca aspectos como la irritabilidad, el cansancio, la repetición de los movimientos, la hiperactividad, la comunicación, la motivación y los manierismo.
Una mayoría casi absoluta de los sujetos de prueba que consumieron sulforafano mejorar de forma considerada en sus interacciones sociales luego de cuatro semanas de tratamiento.
El responsable de la investigación, Andrew W. Zimmerman, precisó que los cambios resultaron evidentes mientras los sujetos consumieron el químico de forma regular; aunque sus efectos se fueron perdiendo de forma regular luego de suspender la ingesta.
Sobre este punto considera que el sulforafano no representa una solución definitiva al tema; sin embargo insta a la comunidad científica para conseguir mecanismos alternativos que otorguen mejores resultado.