🌹💑💖🌺🎉💑 Un matrimonio genial no ocurre cuando la “pareja perfecta” se une. Ocurre cuando una pareja imperfecta aprende a disfrutar de sus diferencias.🌹💑💖🌺🎉💑

lunes, 20 de febrero de 2017
¿Qué puedo hacer para salvar mi matrimonio?



Alguna vez se ha preguntado, ¿por qué los matrimonios cristianos son más propensos a sufrir fuertes ataques del enemigo?

Los matrimonios cristianos son más propensos a recibir los ataques directos del enemigo porque ambos cónyuges son más conscientes del “pecado” , que aquellos esposos de matrimonios no cristianos.

El Diablo se mantiene bombardeando a las parejas cristianas, para ver cómo y cuándo flaquean y cometen el error. Sin embargo, muchas personas viven equivocados al pensar que a los cristianos -por el sólo hecho de ser cristianos- no les debe pasar nada malo. Desconocen la lucha interna, el “desafío” que afronta día a día un matrimonio cristiano, es decir, el cristiano vive -por así decirlo- en “dos aguas”… Primero, tiene una lucha constante entre las aguas mansas y dulces de una vida espiritual y religiosa y, al mismo tiempo, tiene que mantener que luchar por mantener a flote su matrimonio, al nadar constantemente en las aguas -muchas veces- contaminadas de este mundo, por ejemplo: las “ofertas” que nos pone el enemigo cada día. Amigo, amiga, un matrimonio puede andar bien, y de repente, aparece una “oferta”, de esas que andan por ahí, y destruye años de sacrificios y esfuerzos.

¿Son los matrimonios cristianos diferentes?
Desde el punto de vista conyugal, los matrimonios cristianos no difieren en lo absoluto de un matrimonio no cristiano. Al igual son seres humanos, con virtudes y defectos: se les olvidan las cosas, también son impacientes, también tienen ataques de ira, son egoístas y desconsiderados en algunas ocasiones, etcétera, etcétera. Pero lo que no sabes es un matrimonio cristiano está consciente de estos pecados; y esto hace que el pecado sea mucho peor.

Quizás recuerdes vagamente el día en que conociste a tu pareja. Es posible que aún recuerdes cómo fue su primera cita, cómo se enamoraron. Recuerdas el día de tu boda, lo nervioso o nerviosa que estabas: los invitados, tus compañeros de trabajo, tu familia y amigos, y… recuerdas aquel invitado especial, que ocupó un lugar preferencial en esa unión. Sí, ese invitado especial era Dios. Aprobando y bendiciendo esa unión.

Entonces, si aún recuerdas tan vívidamente ese día, ¿por qué crees que no es posible reavivar tu matrimonio?

Muchas parejas cristianas han estado al borde de una separación. Estos matrimonios nos cuentan cómo lograron salvar su matrimonio. Esperamos que estos consejos le sirvan a usted también:

1. Ver a Jesús en tu cónyuge
Debes ver a Jesús, no sólo en tu cónyuge, sino también en todas las personas que te rodean. El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí.” Mateo 25:40

2. Renueva tus votos en tu iglesia

Tomar la mano de su pareja y luego repetir las palabras que se dijeron durante sus votos matrimoniales…

Renovar los votos matrimoniales es un acto hermoso. Al renovar los votos estás dejando un mensaje claro: deseas que tu matrimonio sea bendecido nuevamente. Haces una reconfirmación de tu compromiso con tu pareja, pero sobre todo, con Dios.

Si tienes los medios económicos para hacerlo, entonces “cásense” de nuevo en la iglesia, tal y como lo hicieron la primera vez, con todos los adornos, preparativos e invitados.

3. Oren y lean juntos la Biblia
Es muy cierto que la familia que ora unida, permanece unida. Orar juntos desarrolla fuertes lazos familiares y mejora la relación de una pareja que está a punto de romper.

El poder de la oración es tan grande, que cuuando oramos enviamos todo lo bueno de nosotros hacia el trono de la gracia. Enviamos nuestros mejores deseos. Y estos buenos deseos son contestados por un Dios maravilloso que nos ama.

Orar es tan poderoso que cuando sabes que una persona está orando por ti, sientes una afinidad inexplicable hacia esa persona. “Sin lugar a dudas, las buenas relaciones comienzan con tus buenos pensamientos hacia la otra persona”.
4. No le hagas al otro lo que no quieres que te hagan a ti

Pienso que esta es una regla universal. Cuando  haces algo para tu cónyuge, me refiero a algo especial, ¿desearías que él o ella hiciera también eso por ti? Qué me dices de las cosas negativas, como hablarle mal a tu cónyuge y faltarle el respeto, ¿te gustaría que te hiciera lo mismo tu pareja?

Respeta esta regla de oro y verás como cambiará, no sólo tu matrimonio, sino tu relación con todo lo que te rodea.

Cuando el perdón es allí, la reconciliación sigue siendo este salvar el matrimonio de aparente ruptura.

5. Confía en el Señor
Una vez que hayas hecho todo de tu parte. Es decir, cuando ya hayas hecho todo lo humanamente posible: deja todo en manos de Dios… Él decidirá lo que es mejor para ustedes.

Dios tiene el control. Duerme tranquilo o tranquila, porque le has dicho al rey de reyes: “hágase tu voluntad, Señor”.

Usted puede salvar su matrimonio incluso si usted es el único que quiere hacerlo, porque Dios está y estará de su lado. Cuando usted realiza cambios positivos en usted para salvar su fallido matrimonio, la otra persona lo reconoce. Su pareja sabe cuando su cambio es verdadero porque este es convincente. El impacto es tan poderoso que afecta automáticamente a la otra persona.

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