No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo

miércoles, 6 de mayo de 2015


No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu
Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia. Isaías 41:10.

R
afael lo vio. Se acercaba lentamente, con paso fi rme pero sin prisa.
Aquella fi gura deslumbrante miraba a su alrededor, buscando algo. Ra-
fael tuvo la impresión de que aquel ser angelical lo buscaba a él.



Pensó que no lo vería, escondido en sus miedos como estaba. Pero, no fue
así. Sintió que la mente de aquel hombre se extendía hacia él. Sintió cómo su
pensamiento penetraba en el suyo. Se volvió lentamente, y caminó hacia él.



Quedó paralizado. El miedo había desaparecido, y la paz envolvía por com-
pleto sus sentimientos. Sucedió a orillas del río Aguaitía, en la selva peruana,
la noche en que los guerrilleros de “Sendero luminoso” mataron 6 policías y
18 campesinos. Rafael fue el único sobreviviente. Afi rma que la aparición de
aquel ser asustó a los guerrilleros, y salvó su vida.



A lo largo de la historia, en todos los tiempos y en todos los lugares, Dios
siempre ha cumplido su promesa. En el momento de difi cultad, ahí está él, con
la mano extendida para ayudar al hijo que clama con fe. No hay crisis que no
conozca; no existe dolor que no entienda; no hay sufrimiento que no vea.



En este preciso instante, las sombras de la angustia pueden rodear tu
vida. Ejércitos enemigos pueden cercar la ciudadela de tu alma. Puedes tener
la impresión de que ya no tienes fuerzas y de que está todo perdido. Pero, el
Señor prometió que te librará. Lo hará de dos maneras. “Soy el Dios que te
esfuerzo”, dice. Te infunde poder, cuando estás invadido por el temor; te usa
a ti mismo para derrotar las fuerzas enemigas. Pero, si fuere necesario, opera
milagros. Te libra maravillosa, incomprensible y divinamente.



No temas enfrentar los desafíos que la vida te presenta hoy. No importa
cuán grandes sean tus adversarios. Lo que interesa es que tu Dios no conoce
de derrotas, y en este momento está listo para sustentarte con la diestra de
su justicia. ¡Esa es su promesa!



Por eso, parte hoy con las palabras de Dios en tus oídos, que te dice: “No
temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que
te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré, con la diestra de mi
justicia”.

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